"En “Las Brujas”, un niño y su abuela se enfrentan a la temible Asociación de Brujas de Inglaterra mientras éstas, bajo la apariencia de mujeres corrientes, celebran su convención anual en un hotel"
(Texto extraído de la contratapa del libro)
“En los cuentos de hadas, las brujas llevan siempre unos sombreros negros ridículos y capas negras y van montadas en el palo de una escoba.Pero éste no es un cuento de hadas. Este trata de brujas de verdad"
Con esta inquietante afirmación, Roald Dahl inicia esta apasionante novela. Se trata de un tema clásico en la literatura: "La lucha entre el bien y el mal" que en esta historia, esta representado por el enfrentamiento entre un niño huérfano y su abuela enferma con la "Asociación de Brujas de Inglaterra".
Las brujas de éste libro, son mujeres comunes, de apariencia normal, que pueden estar en cualquier lugar: en la escuela, en un kiosco e incluso en un hotel de verano, pero son la encarnación de la maldad. Reconocerlas es el primer desafío. Salir bien librado del encuentro con ellas es toda una aventura.
Distintos elementos contribuyen a atrapar al lector. La simplicidad argumental, la complicidad entre el niño y su abuela que no responde a los cánones tradicionales de una anciana, la ternura y sensibilidad que genera la muerte de los padres del niño y la enfermedad de la anciana. Estos factores seguramente han contribuido para que el texto contara con una versión cinematográfica.
(Texto extraído de la contratapa del libro)
“En los cuentos de hadas, las brujas llevan siempre unos sombreros negros ridículos y capas negras y van montadas en el palo de una escoba.Pero éste no es un cuento de hadas. Este trata de brujas de verdad"
Con esta inquietante afirmación, Roald Dahl inicia esta apasionante novela. Se trata de un tema clásico en la literatura: "La lucha entre el bien y el mal" que en esta historia, esta representado por el enfrentamiento entre un niño huérfano y su abuela enferma con la "Asociación de Brujas de Inglaterra".
Las brujas de éste libro, son mujeres comunes, de apariencia normal, que pueden estar en cualquier lugar: en la escuela, en un kiosco e incluso en un hotel de verano, pero son la encarnación de la maldad. Reconocerlas es el primer desafío. Salir bien librado del encuentro con ellas es toda una aventura.
Distintos elementos contribuyen a atrapar al lector. La simplicidad argumental, la complicidad entre el niño y su abuela que no responde a los cánones tradicionales de una anciana, la ternura y sensibilidad que genera la muerte de los padres del niño y la enfermedad de la anciana. Estos factores seguramente han contribuido para que el texto contara con una versión cinematográfica.
Reseña: Mirta Rodríguez
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