(Aquí tenéis uno de los poemas que nos ha leído el poeta Luis Alberto de Cuenca hoy en el instituto. Espero que os guste)
Vagaba yo perdido en mis miserias
–ínfima parte de las mezquindades
y estrecheces del mundo– cuando tú
apareciste, y de repente todo
lo que nos rodeaba se borró,
como en una película romántica,
y vi que había estrellas en tus labios
centelleando sin cesar, y supe
que me obsequiabas ese firmamento
sin pedir nada a cambio, y que en tu gloria
había sitio para mi tristeza.
De modo que instalé en tu corazón
mi tienda de campaña, y tú cerraste
con llave las ventanas de tu pecho,
y nos quedamos a vivir allí,
calentitos, felices.
Luis Alberto de Cuenca
(La vida en llamas, 2006)
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