- El ministerio recomienda que no se superen los 30 alumnos por clase.
- El 18,5% de alumnos estudian en aulas masificadas, pero la Consejería de Educación asegura que cumple la ley.
- Hay 160 profesores menos y problemas para cubrir las bajas.
Pocos profesores para muchos niños. Ésta es, en pocas palabras, la situación de las aulas madrileñas. De los 1.082.855 alumnos matriculados este curso en la región, 200.000 (18,5%) estudian en aulas saturadas, según CC OO. Mientras, la FAPA Giner de los Ríos calcula que "la inmensa mayoría de las aulas roza las ratios, se aprovechan al máximo los espacios", según su presidente José Luis Pazos.
Para medir la masificación escolar se hace uso de las ratios, es decir, el número máximo de alumnos que debe haber en cada clase. El ministerio de Educación recomienda que no se superen los 25 alumnos por profesor en Primaria ni los 30 chavales por docente en Secundaria. De los 200.000 alumnos que sobrepasan estos límites en Madrid, 185.000 cursan estudios en escuelas privadas o concertadas y 15.000, en centros públicos.
El origen de esa saturación está en la escasez de profesorado. "El actual curso se inició con 160 docentes menos de lo que se planificó en junio", explica el portavoz de Enseñanza de CC OO, Francisco García. Según sus estimaciones, harían falta 4.000 profesores más "para dar clase sin problemas". Actualmente hay 50.000 en la pública y 22.000 en la privada-concertada.
La Consejería de Educación niega que haya masificación: "Todos los centros de la Comunidad tienen los recursos suficientes para cumplir las normas, en lo que a ratios se refiere, que marca la Ley Orgánica de Educación".
"Se ponen parches"
Pero la carencia de docentes provoca problemas a la hora de impartir clase. Al no haber profesores suficientes, las direcciones de los centros están teniendo dificultades para cubrir a los docentes que piden una baja. En estos casos, "se ponen parches para evitar que los alumnos pierdan clase", cuenta García.
Los profesionales denuncian que la mayoría de veces se cubren bajas con profesores de refuerzo, que no son especialistas en la materia que deben impartir. En otras ocasiones, se cuadran los turnos para que el resto de docentes hagan horas extra durante el tiempo que dura la baja de su compañero. Incluso, "se dan casos de centros donde ni siquiera se cubren las bajas de baja duración". Todo ello supone que los estudiantes pueden pasar semanas sin ver al profesor que les corresponde.
Rosa Mª Morales, estudiante: "Estamos desde inicio de curso sin profesor"
Rosa María y sus compañeros de instituto están indignados: "Nos falta un profesor desde principio de curso", cuenta. Llegaron a clase en septiembre y el docente se puso de baja sin que nadie lo sustituyera, por lo que han perdido todas las clases. "Su falta nos afecta de forma grave, la mayoría de las horas lectivas no las imparte", explica Rosa María. Han pedido un recambio, "pero hasta hoy todo son pegas".
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